Gafas de lectura o cerca: Dudas
hace 5 años · Actualizado hace 5 años
Las gafas de lectura o cerca pueden ser fabricadas a medida para cada individuo a través de un distribuidor óptico, o pueden ser compradas pre-fabricadas en una farmacia o en diversas tiendas.
Se hicieron muy populares en la década de los 90 dónde triplicaron sus ventas, con una tasa estimada de 30 millones de pares al año. Las gafas de lectura son menos costosas, por lo que se pueden tener varias a muy bajo precio.
Están disponibles en muchos estilos y con colores divertidos. Dando la oportunidad de experimentar con colores llamativos y arriesgando muy poco dinero en la moda.
Si no te gusta las compradas, siempre puedes comprar otra a muy bajo precio. Incluso puedes tener la comodidad de tener una en cada habitación y así evitar las molestias de ir buscando las únicas gafas.
Gafas de lectura: Inconvenientes
Todas tienen la misma talla, la misma graduación en los dos ojos y los mismos centros ópticos. No tienen en cuenta al usuario.
Casi nadie en el mundo tienen la misma graduación en ambos ojos y la mayoría de las personas tienen algo de astigmatismo. Por lo que no pueden ofrecer una visión perfecta.
Gafas de lectura: Problemas
Usar gafas de lectura con una graduación incorrecta o con los centros ópticos muy diferentes, puede ocasionar dolores de cabeza, fatiga ocular e incluso náuseas.
Cuando se use ordenador, piense que la graduación necesaria para esa distancia es diferente en comparación con la de lectura. Además, las lentes no llevarán ningún tratamiento y verá reflejos muy incómodos, que podrán derivar en dolor de cabeza.
Y si se obliga a permanecer en una postura anómala, podrá desarrollar problemas físicos y de musculatura.
El uso de gafas de lectura ha aumentado principalmente por el hecho de la crisis, el desconocimiento de los usuarios o por evitarse la revisión visual.
El Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas alerta de que su uso puede acarrear consecuencias graves para la salud visual y ocular.
Las gafas de lectura, que pueden adquirirse en diferentes puntos de venta (gasolineras, bazares) sin ningún control sanitario, suelen utilizarse erróneamente para corregir la presbicia o vista cansada.
En este sentido, el presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, Juan Carlos Martínez Moral, advierte de que “esta especie de gafas no son más que unas lentes de aumento que se fabrican de forma estandarizada para todos los usuarios”.
Los usuarios deben ser conscientes de que, para corregir su vista cansada, “lo mejor es acudir a un profesional de la visión como es el óptico-optometrista en busca de la mejor solución individual y personalizada, que nunca será una gafas de lectura, sino lentes monofocales, bifocales, ocupacionales y progresivas, o bien lentes de contacto", apunta Martínez Moral.
Pero, sobre todo, porque la adaptación individualizada de una lente por parte de un óptico-optometrista es imprescindible, ya que cada persona presenta unas características morfológicas y anatómicas distintas y, como es obvio, las gafas de lectura no lo tienen en cuenta.
¿Por qué no usar gafas de lectura?
• Estas gafas se fabrican con unas medidas estándares de distancia interpupilar y graduación que sólo coincide con un 5 por ciento de la población con presbicia.
• Las lentes están fabricadas en su gran mayoría en plástico inyectado y sin ningún tratamiento de superficies ópticas, por lo que la imagen que producen tiene una gran cantidad de alteraciones y no cuentan con ningún control de calidad óptica.
• Asimismo, el uso continuado de este tipo de lupas puede originar mareos y dolores de cabeza, así como dificultad y cansancio en la lectura.
• Al estar las lentes montadas bajo un estándar de distancia interpupilar, el centro óptico de las lentes no coincide con el eje visual de los ojos, por lo que el uso continuado de este producto induce a diversos efectos prismáticos y se producen síntomas de incomodidad visual.
Las gafas de lectura no se deberían vender.
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