Memoria visual: Entrenamiento
hace 5 años · Actualizado hace 4 años
La memoria visual es la capacidad que tienen las personas para almacenar y recuperar los elementos visuales cuando los estímulos que los evocaron no están presentes. Estos estímulos pueden ser rostros, figuras, paisajes, letras, números, etc.
Memoria visual: ¿Qué es?
La memoria visual es una parte importante del procesamiento de la información visual y participa en gran número de actividades académicas y de la vida diaria de las personas.
Esta memoria es de muy corta duración, el recuerdo decae rápidamente, aunque puede haber grandes diferencias de un sujeto a otro.
La memoria visual es muy importante para que se produzca aprendizaje (más del 80% del proceso de aprendizaje se adquiere visualmente).
En el contexto académico, habitualmente se trabaja con figuras, números, letras, y sobre todo con palabras.
Al mirar una palabra, los alumnos deben formarse una imagen mental de ella y recordarla más tarde.
Los sujetos que tienen deficiencias pueden tener problemas para reproducir una secuencia de estímulos visuales.
Aspecto que puede afectar a áreas tales como la lecto-escritura, el deletreo, la comprensión, el aprendizaje de las matemáticas, y otras materias, lo que puede implicar serias dificultades académicas.
¿Cómo mejorar la memoria visual?
Siguiendo con el ámbito académico, es muy común que pedagogos y educadores utilicen la memoria visual como recurso educativo.
Utilizando cada vez más los métodos audiovisuales para facilitar la introducción de contenidos y para evitar la fatiga y el aburrimiento de los alumnos.
Por la misma razón, está ampliamente difundida la utilización de dibujos, figuras, esquemas y fotos en los libros de texto.
Otro recurso educativo muy extendido consiste en destacar palabras, frases o conceptos en algún color para facilitar su recuerdo (en este caso el recuerdo visual sería el color asociado a la frase o palabra).
Por otra parte, la memoria visual está también en el ámbito de las nuevas tecnologías: la televisión, internet, etc.
Existen varias pruebas que evalúan este tipo de memoria, como:
- TVPS
- Test de Retención Visual de Benton
- Escala de Memoria de Wechsler (Subtest VI)
- Test de Memoria de Randt
- Test de Copia de la Figura de Rey
Una vez evaluada se debe determinar si la habilidad del sujeto necesita ser entrenada o no.
Una vez que hemos detectado la existencia de un problema de percepción visual en el sujeto y consideramos que dicho problema puede estar afectando de manera negativa al aprendizaje de nuestro paciente, procederemos a entrenar las habilidades del sujeto.
Memoria visual: Entrenamiento
Al principio, entrenaremos dichas habilidades por separado, empezando por actividades sencillas que se irán haciendo más difíciles conforme el sujeto se vuelva más hábil en su realización.
Cuando hayamos conseguido un nivel aceptable, empezaremos a realizar actividades de integración (es decir, en las que mezclaremos varias habilidades en un mismo ejercicio para que el sujeto pueda hacer un uso más efectivo y para facilitar la automatización).
Y por último, se diseñarán actividades de generalización específicas para nuestro paciente en las que deberá de poder utilizar esta habilidad recién adquirida en muchos ámbitos de su vida diaria, en especial en los que presenta problemas de rendimiento (lectura, matemáticas, deportes, etc.).
Habilidades visoespaciales:
- Integración bilateral:
La integración bilateral o habilidad para utilizar las partes derecha e izquierda del cuerpo pueden ser entrenadas de diferentes maneras.
Los ejercicios de integración bilateral también se pueden incluir de manera transversal a lo largo del resto de tratamientos.
Por ejemplo, mientras se realizan actividades de mejora de la discriminación visual, o actividades visomotoras, variando constantemente la mano o el ojo utilizado para realizar las tareas.
- Lateralidad:
Desde hace mucho tiempo, se viene defendiendo que la ausencia de lateralidad o que la lateralidad ojo-mano-pierna cruzadas podría estar implicada en la aparición de numerosos problemas de aprendizaje o de rendimiento en general.
Sin embargo, los resultados encontrados hasta el momento son bastante contradictorios y no parece que dicho factor sea determinante para explicar los problemas de aprendizaje.
- Direccionalidad:
Para el entrenamiento de la direccionalidad hay varias aplicaciones dentro de un programa específico de entrenamiento llamado "Habilidades de Entrenamiento de la Percepción Visual" (VIPS).
Habilidades de análisis visual:
Existen varios programas para el entrenamiento de las habilidades de análisis visual.
El nombrado anteriormente, el programa VIPS, también dispone de diferentes aplicaciones para entrenar las habilidades de análisis visual.
Entre ellas, hay aplicaciones específicas para el tratamiento de los problemas de discriminación visual (enrejados de color, discriminación de patrones, tareas de igual o diferente, discriminación de puntos, patrones de puntos aleatorios), figura-fondo (contar formas, contar formas con fondos complejos, búsqueda de caracteres, localización de letras, patrones punto a punto, detección de formas dentro de formas, detección de patrones ocultos) y cierre visual (círculos y cajas, letras y números, líneas y rectángulos, patrones parecidos, formas parecidas).
También existe otro programa de entrenamiento llamado "Sistema de Terapia Perceptual para casa" (PTS) que permite entrenar algunas habilidades de análisis visual, entre ellas: el cierre visual y la memoria visual secuencial.
Por otro lado, el programa de entrenamiento "Rehacom" permite trabajar la memoria visual de una manera mucho más variada.
Para ello, dispone de aplicaciones para entrenar: la memoria topológica, la memoria de rostros, la memoria de palabras y la memoria de figuras.
Habilidades visomotoras:
Para el entrenamiento de las habilidades visomotoras, se pueden utilizar actividades de recorte y pegado de figuras de papel, de pintar o colorear diferentes objetos; de realizar puzzles, rompecabezas, y todo tipo de actividades en las que se deban manipular objetos utilizando la información visual.
Para el entrenamiento de la escritura se debe empezar con actividades grafomotoras sencillas, continuar con actividades de mayor dificultad y por último, trabajar el trazado de letras y palabras sencillas empleando cuadernos de caligrafía.
Existen algunos programas de intervención específicos para entrenar las habilidades visomotoras.
Por ejemplo, el programa Rehacom dispone de las siguientes aplicaciones que entrenan las habilidades visomotoras: coordinación visomotórica, habilidades visocontructivas, operaciones de superficie, operaciones de espacio y exploración.
AUTOMATIZACIÓN, INTEGRACIÓN Y GENERALIZACIÓN DE LAS HABILIDADES ADQUIRIDAS
Una vez que el sujeto ha conseguido unos niveles aceptables en las habilidades en las que tenía un rendimiento peor, se debe proceder a facilitar la automatización de dichas tareas.
Paul ??trabaja con un rompecabezas lenticular que lo ayuda a desarrollar su atención visual y su memoria ?? @jimmyjairala @PrefecturGuayas pic.twitter.com/Ipm3VbWxkb
— CIE Equinoterapia (@cequinoterapia) 2 de marzo de 2018
¿Qué dice la psicología?
En Psicología se distingue entre procesos automáticos y controlados.
Un proceso es automático cuando se realiza de manera rápida y precisa, sin dedicar grandes esfuerzos o recursos atencionales.
Mientras que los procesos controlados necesitan de la atención constante del paciente y consumen muchos recursos cognitivos.
Cuando se adquiere una nueva habilidad (por ejemplo, aprender a conducir un coche) suelen ser necesarios grandes recursos atencionales y se suele utilizar un procesamiento controlado (ahora introduzco primera, ahora debo acelerar, etc.).
Mientras que cuando realizamos muchas veces una misma actividad tendemos a automatizarla (cuando tenemos práctica en ir en coche desde nuestra casa al trabajo, lo hacemos de manera automática, casi sin fijarnos, pero cuando sucede algún imprevisto, por ejemplo, que han cortado una calle, pasamos inmediatamente al procesamiento controlado).
Por otro lado, para generalizar el tratamiento, el sujeto debe utilizar de manera adecuada estas habilidades adquiridas en sus tareas cotidianas.
Por ejemplo, debe ser capaz de utilizar su memoria visual secuencial para recordar los detalles de un texto escrito, o debe ser capaz de utilizar los procedimientos de cierre visual para encontrar su juguete preferido.
Si es difícil encontrar actividades de generalización, es probable que exista mucha distancia entre la habilidad que vamos a entrenar y el proceso de aprendizaje que vamos a mejorar, por lo que no será recomendable el entrenamiento.
Si parece existir una relación directa entre habilidad perceptivo-visual y actividad de la vida diaria.
El pronóstico del tratamiento será mucho mejor y las mejoras en nuestro paciente serán mayores.
Para más información sobre la memoria visual, acuda a su médico.
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